Desmenuzando el Génesis o matando a dios (Parte 1)

por | 14 abril, 2011

BibliaPor Marcelo A. Loyola Vera

Nadie podía creer lo que se vio en mi muro de Facebook hace un mes atrás. Yo, ferviente escéptico, estaba solicitando que alguien me regalara una Biblia.

Quienes me conocen, pensaron que era una broma. Algunos, que me conocen de carretes, pensaron que necesitaba papel para cierta práctica ilegal, mientras que otros pensaron algo mucho peor: ¡que me estaba convirtiendo! Cabe mencionar que fui católico, apostólico y romano hasta aproximadamente los 25 años de edad, pero hoy, a mis tiernos 38, ya partí en este camino y no veo un regreso.

Finalmente, a pesar de todas las hipótesis, el famoso librito llegó a mis manos y, a partir de éste, logré reunir algunos trechos para que comentemos cosas entretenidas que quizás les haya llamado la atención alguna vez:

En el comienzo…

Génesis 1,1, usando traducción hebrea, dice : “En un principio Elohim creó los cielos y la tierra”. Aclaremos que hoy en día, cualquier Biblia contemporánea reempĺaza Elohim por la palabra “dios”. Para los que no saben, la mejor forma de traducir Elohim al español es como “dioses”.

Esto abre un gran debate, que se discute muchísimo: ¿Dios era único o no estaba solo? En aquél entonces, mientras escribían el Antiguo Testamento, ¿ya se referían a dios como la trinidad? ¿Era el judaísmo politeísta durante aquellos años?

Sabemos que evangélicos y católicos dicen que la Biblia es un libro metafórico y que hay que saber interpretarlo. Para mí, este comodín de la metáfora sólo sale a la luz cada vez que les conviene.

Pues bien, es bastante probable que el politeísmo sí existiera entre los judíos de aquellos años. Por ejemplo, en Jueces 16:23 podemos ver el siguiente texto: “Los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y para hacer grandes festejos. Ellos decían: Nuestro dios nos ha puesto en las manos a Sansón, nuestro enemigo”. En la biblia con traducción hebrea, a Dagón también lo llamaban Elohim. Y 22 siglos antes de cristo, simplemente fue llamado “El”.

Dios de lo imposible

De lo segundo que quiero hablar es sobre lo poco creíble que resulta el Génesis, sobretodo, luego de leer la frase de su primer versículo: “creó los cielos y la tierra”. Según la RAE, “crear” es “producir algo que no existía”.

Tenía entendido, según mis clases de física y las leyes de la termodinámica, que la materia no se crea ni se destruye. Entonces, es bien difícil que alguien pueda haber “creado” los cielos y la tierra. La lógica, la ciencia y mi sanidad mental indican que, al parecer, todo siempre estuvo aquí, en diferentes estados, formas, tamaños y/o temperaturas.

Es mucho más probable esta teoría que el hecho de que algún dios, sin nada que hacer haya tenido la necesidad de crear la Tierra para entretenerse un poco y poblarla de habitantes que sólo lo adorasen a él. O sea, ¿somos producto del tedio de esta deidad y de su patológica necesidad de ser venerado? No suena muy probable, pero claro que la Biblia no menciona lo anterior, así que dejémoslo sólo como una opinión. Volvamos a lo que importa.

Ciencia vs. Biblia

A falta de un término como “cosmos”, tal como lo usaban los griegos para referirse al universo, los hebreos no se complicaban la vida más allá y se referían a éste último simplemente como “Cielos y Tierra”. Suena bonito, pero no es muy efectivo.

Todos sabemos que, tal como la ciencia ya ha determinado, el planeta Tierra se formó muchísimo después del inicio del universo. Según el consenso de la gran mayoría de la comunidad científica, el universo tiene cerca de 13.700 millones de años y la Tierra, entre 4.400 y 5.100 millones. No tenían como saber estas cosas los hebreos de aquellos entonces, pero esto es una evidencia más que nos lleva a creer que la Biblia no fue inspirada por un ser omnisciente.

Contradicciones por doquier

Génesis 1,2: “La Tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían el haz del abismo, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas”. Esto nos lleva a una crucial pregunta: ¿Qué agua? ¿La Tierra estaba vacía o tenía agua? Quizás este es uno de los muchos misterios que jamás sabremos.

Génesis 1:3,5: “Dijo dios: ‘Haya luz’, y hubo luz. Vio dios que la luz estaba bien, y apartó la luz de la oscuridad y llamó a la luz ‘día’, y a la oscuridad la llamó ‘noche’. Y atardeció y amaneció: día primero.”

Un párrafo muy interesante, del cual podemos extraer dos cosas trascendentales.

    • Este señor acaba de crear la luz, pero como vemos, aún no ha creado el Sol, aunque la Tierra ya existe. Pues bien, el sentido común prevalece y, unos párrafos más adelante, decide crear finalmente al astro rey.

 

  • Todavía se especula si la creación fue hecha en sólo 6 días, lo que nos lleva a la pregunta: ¿días humanos, de 24 horas, hablamos de días mágicos de dios? En ninguna parte de la Biblia sale algún tipo de ecuación para calcular los días de dios. Sin embargo, según la Biblia, la “creación” tiene algunos miles de años. Según los científicos, ya hemos explicado que estamos hablando de varios miles de millones. Entonces es aquí donde llega la explicación desde la erudición religiosa: “¿quién dice que los días de dios son los mismos días humanos?”.

En este punto, entramos en un dilema: ¿le creemos a los escritos, a los religiosos actuales o a la ciencia? Esto lo digo porque la Biblia usa fechas que sí se refieren a días humanos en todas partes, como los 40 años que Moisés vagó por el desierto, los 40 días que Jesús ayunó, los 3 días en que tardó en resucitar y muchísimas otras mediciones de tiempo basadas en días de 24 horas.

Pues bien, la clave la encontramos en Génesis 1:3,5, pues al final dice: “Y atardeció y amaneció el primer día”. Pues bien, un día de 24 horas justamente tiene amanecer y atardecer, entonces un día para dios es exactamente un día humano, a no ser que el atardecer y el amanecer de dios sean distintos.

Y al parecer, así es, ya que consideremos que hablamos de amanecer, atardecer, luz y oscuridad en este primer día, pero ¡AÚN NO CREA EL SOL! Algo muy confuso. ¿No es necesario el Sol o al menos alguna estrella cercana para que exista cualquier cosa que al menos recuerde lo que llamamos un amanecer?

Para terminar, recién después de haber creado la luz, dios se dio cuenta de que estaba bien. Una vez más, se nos ocurre una pregunta: ¿acaso no sabía lo que estaba haciendo? ¿Dónde está el omnisciente dios bíblico? Yo creo que un ser de estas características sabría de antemano que iba a estar bien. Una entidad con esa clase de poderes seguro no depende de la prueba y el error como nosotros, los humanos… ¿pero quien sabe?

¿Creencia ciega o sentido común?

No pretendo que éste sea un manual para leer la Biblia, sino que tan sólo un par de tópicos para tener entretenidas discusiones con creyentes empecinados a aferrarse a la idea de que un ser omnisciente y omnipresente es el creador de todo el universo y que la Biblia se trata de la “palabra de dios”.

Sólo la fe puede mantener estas ideas, ya que no resiste mayor análisis histórico, científico o hasta lógico. Quizás la Biblia podría servir como una novela, pero creo que como código moral o civil, está bastante lejos de ser del gusto de todos. Apreciemos entonces la historia del Génesis por su valor poético, pero dejemos de lado cualquier idea de que alguna parte pueda ser real.

Marcelo A. Loyola Vera