Salfate: ¿Héroe nacional o charlatán moderno?

por | 17 enero, 2011


«Desde la época de Alejandro(*) hasta nuestros días, incluso parece probable que desde que sobre este planeta existen seres humanos, la gente ha descubierto que podía ganar dinero arrogándose el poder de desentrañar lo misterioso y conocer lo oculto». Libro El Cerebro de Broca, Carl Sagan, 1979.

(*) Alejandro de Abonútico: timador que vivió en Grecia, en el siglo II.

El reciente coronado Guaripola Mayor de los Chantas en Chile 2010 es el señor Juan Andrés Salfate, que pasó de crítico de cine y animes a ser el rey de las conspiraciones y la fantasía en la televisión. Comenzando el lucrativo negocio de usufructuar de la ignorancia de la gente, principalmente los más jóvenes.

El charlatanismo como oficio de la antigüedad se adscribe a un vendedor que a viva voz gritaba sus productos en la calle, sean estos jarabes, ungüentos o conspiraciones como ocurre en la actualidad, con el fin de venderlos. En fin, un verdadero malabarista de la palabra y experto en el arte del embuste y el engaño.

El origen de la palabra se remonta a Francia, en donde se le llamaba charlatán a quien vendía los remedios en la calle acompañado de música y estruendo para llamar la atención de las personas, que una vez en su garras eran víctimas ingenuas de su tretas, debido a nuestra disposición natural a la superstición y al pensamiento mágico.

Desde nuestros orígenes como Sapiens, hemos sido testigos de grandes enigmas de la naturaleza y la psique humana que nos han impulsado a buscar toda clase de explicaciones para entender el mundo y saciar nuestra sed de misterios y asombro por lo desconocido.

Desde el animismo de los pueblos primitivos hasta la ciencia moderna, ha existido un largo camino del pensamiento humano, que en su función básica, siempre ha buscado desentrañar lo misterioso y encontrarle un sentido a la vida.

El acto cultural por excelencia consiste en hacer nacer el orden del caos. Sacar las cosas de un plano en el que se encuentran sumidas en la confusión, incomprensibles, por lo tanto inaccesibles y en consecuencia inutilizables, y hacerlas pasar a otro plano de existencia en el que pueden encontrar su propio sentido.

El pensamiento moderno se caracteriza por una confianza absoluta en el progreso; un aumento del uso de las tecnologías de la información; un cuestionamiento de los paradigmas imperantes y una evolución de las ideas. Sin embargo a pesar de los avances en el conocimiento científico, en la actualidad, aún persiste en nuestro pensamiento “moderno” el animismo de los pueblos originarios, que permanece en cada uno de nosotros como un atavismo psíquico –emocional y afectivo ancestral.

La ciencia no ha sido capaz de llegar a la mayoría de las personas como conocimiento elemental debido a la falta de divulgación científica de los medios y de los propios científicos. Además del error de pensar que la ciencia en la educación, es un producto que debe ser entregado a través del racionamiento o la razón en las escuelas, desconociendo el hecho fundamental que el ser humano es un ser emocional. Por lo que primero que se debe hacer es lograr maravillar y asombrar a los alumnos para despertar la emoción y luego explicar para desarrollar la razón.

La magia y lo fantástico se transforma entonces, en una forma de explicación del mundo que cumple el hecho de maravillar, y basta con ver como los medios de comunicación explotan hasta el cansancio estos temas en diarios, revistas, radios y televisión, que llenan sus espacios con pseudociencias y pensamiento mágico.

Es en este favorable escenario donde nace el Charlatán, que promovido del respaldo que le otorgan los medios, seduce y convence a diestra y siniestra a una sociedad carente de pensamiento crítico, emocionalmente vulnerable y dispuesta a creer cualquier cosa que le suene coherente y otorgue sentido a su vida, aunque esto signifique renunciar a la lógica y la razón.

El chanta es una especie de chamán ancestral que cumple el rol de ser mediador entre lo oculto y la realidad, un gran cuentacuentos que cubre todos aquellos espacios dejados por la explicación convencional y que premunido de una gran elocuencia y versatilidad inventa cosmovisiones y explicaciones del mundo llenas de fantasías, misterios y enigmas inexplicados que a todos nos gusta escuchar.

El charlatán que otrora era un oficio en extinción, y que en Chile resumimos como Chanta, hoy renace en gloria y majestad en nuestros queridos medios televisivos y radiales. Basta ver hoy el nuevo programa de SALFATE, Expediente S,* que se trasmite esta noche en La Red, para darnos cuenta que los medios buscan el sensacionalismo y la disposición del público para vender su productos, sin importarles en lo mas mínimo los contenidos que se entreguen. De esta forma el único fin de este programa pseudocientífico va a ser el comercial que lo interrumpa; por lo que SALFATE pasa a ser una víctima más de los medios, convirtiéndose en una marioneta dispuesta a decir y hacer cualquier cosa para mantenerse en patalla, aunque esto signifique mentir, contar cuentos o promocionar conspiraciones que baja de YouTube.

Es tanto el impacto del charlatán, que incluso sus propios cultores, que le dieron vida a este antiguo personaje, hoy son víctimas de sus propias creaciones. ¡Yo lo llamo el efecto Frankenstein!

Así, el charlatán, como obra y creación de los medios, se les ha metido por los poros y ha invadido sus vidas al punto que es difícil hacer la distinción entre el personaje y el hombre real. El héroe, si alguna ves lo fue en Maldita Sea, a dado paso al charlatán y esta es la razón de que SALFATE, el personaje, es ahora quien da vida y sustento a Juan Andrés.

Actualización (20/01/2011): Haciendo honor a la verdad, y después de ver el programa, debo reconocer públicamente que, anticipando una puesta en escena de tipo conspiracionista y pseudocientífico, me apresure a juzgar el programa Expediente S sin haberlo visto. Considero un error haber realizado un juicio previo al programa, por lo que manifiesto mis disculpas a todos nuestros lectores. Sin embargo, el parecer en torno a sus otras apariciones televisivas permanece inalterado.