El fraude detrás del estudio ‘vacunas-autismo’

por | 9 enero, 2011

En 1998 Andrew Wakefield publicaría uno de los estudios más controversiales de los últimos tiempos, y posiblemente, de los que más daño han causado a la salud pública mundial. Su publicación en The Lancet que vinculaba la vacuna MMR (measles-mumps-rubella/sarampión-parotiditis-rubéola) con autismo y desórdenes intestinales ha sido catalogada como un fraude por el British Medical Journal (BMJ) y retirada del Lancet.

¿Fraude? Sí, va mucho más allá de que este estudio carezca de calidad científica. Se ha determinado que Wakefield alteró deliberadamente los datos de 12 niños que formaban parte de la investigación en pos de obtener los resultados que posteriormente publicaría. Esta historia es capaz de entregar una muy buena sinopsis del poder de autocorrección de la ciencia. Si bien es cierto la publicación fue más mediática y controversial que cualquier otro calificativo que pudiésemos otorgarle, es preciso hacer notar como el engaño y falta de profesionalismo pueden terminar con una carrera en la ciencia (algo que no ocurre en otros campos que no son campos realmente).

Dejemos algo en claro, el estudio de Wakefield jamás pudo prestarse para las interpretaciones que él le propinó y con las cuales hizo las delicias de la prensa inglesa y mundial. Es más, Wakefield nunca pudo replicar sus resultados, otros científicos tampoco han sido exitosos en la aventura. Como uds. saben, si queremos que un estudio que hemos logrado introducir a un journal de prestigio sea aceptado en la comunidad internacional los resultados deben ser replicables, otros investigadores deben ser capaces de llegar a conclusiones similares. Si no ocurre así, puede que hayamos realizado mala ciencia, o puede ser algo más.

Los daños causados por este estudio no deben ser menospreciados. El año 2008 se declaró que el sarampión volvía a ser endémico en UK,  mientras que en EEUU los casos de sarampión no eran tantos desde 1997 reportaba la CDC. Todo gracias a un investigador poco escrupuloso, padres evidentemente asustados y una prensa sensacionalista.

Si han seguido atentos hasta aquí la pregunta natural que se genera tras el relato es evidente: ¿por qué Wakefield haría algo tan despreciable? La respuesta es sencilla, es una sola, y es la de siempre: vil, sucio y siempre codiciado dinero. En una serie de artículos para el BMJ, el periodista Brian Deer nos explica como sucedió todo esto: 2 años antes de la publicación, un abogado lo retuvo en la calle para soliciatar su ayuda en una demanda que pretendía interponer contra los fabricantes de la vacuna MMR. Wakefield recibiría eventualmente £435,643, seis veces más de lo que conseguía como investigador de la Royal Free Medical School de Londres.

El General Medical Council (GMC) en UK determinó en Enero pasado que Wakefield actuó de forma ‘deshonesta e irresponsable‘ y posteriormente (Mayo) derogaría su licencia para practicar Medicina (en UK) generando desproporcionadas respuestas como la de la web Age of Autism (La Era del Autismo) que es uno de los íconos de la locura antivacunas. Su comparación entre Wakefield y Galileo habla por sí sola. Todo esto 7 años después de que Brian Deer comenzara sus investigaciones e hiciera las primeras acusaciones en torno a los conflictos de interés y el entonces posible fraude del médico. Desafortunadamente esta resolución no tendría un impacto significativo puesto Wakefield estaba radicado en Texas trabajando como Director Científico de un centro de autismo llamado Thoughtful House. Sin embargo, las acciones del GMC tendrían como consecuencia que Lancet retirara el artículo de su registro, y que Wakefield fuese despedido de Thoughtful House posteriormente.

Ya en el 2004 diez de sus colegas quienes fueron parte de la investigación le instaron a retirar las interpretaciones que se habían hecho de la publicación, a lo cual declinó. Wakefield jamás ha reconocido haberse equivocado en su accionar manteniéndose firme en sus visiones del tema y consecuentemente destruyendo la poca reputación que podría quedarle.

Brian Deer hace una notable analogía entre este caso y la fabricación del hombre de Piltdown en uno de sus artículos para el BMJ señalando el fraude de este ‘eslabón perdido’ entre autismo y la vacuna MMR. ¿Cómo se arregló todo esto? También en BMJ podemos encontrar esto in extenso, pero un resumen apropiado aparece al final:

Como la correlación fue arreglada

El paper del Lancet consistía de una serie de 12 casos; reportaba un propuesto ‘nuevo síndrome’ de enterocolitis y autismo regresivo asociado con la vacuna MMR como supuesto ‘evento gatillante’. Pero, de hecho:

  • 3 de 9 niños reportados con autismo regresivo no habían sido diagnosticados con autismo. Solo un niño tenía autismo regresivo.
  • A pesar de que la publicación afirma que los 12 niños eran ‘previamente normales,’ 5 tenían alteraciones del desarrollo pre-existentes.
  • En algunos niños se reportaron los primeros síntomas conductuales después de solo días de la aplicación de la MMR, pero los registros señalan que estos comenzaron meses después de la vacunación.
  • En 9 casos, resultados de histopatología colónica poco destacables – mostrando mínima o nula fluctuación en inflamación de poblaciones celulares – después de una ‘revisión de la investigación’ por parte de una escuela de medicina fue cambiada a ‘colitis no específica’.
  • Los padres de 8 niños fueron reportados por culpar a la vacuna MMR, pero 11 familas hicieron este alegato en el hospital. La exclusión de 3 alegatos – todos con aparición de problemas meses después – sirvió para generar la impresión de correlación de 14 días.
  • Los pacientes fueron reclutados a través de activistas anti-MMR y el estudio fue encargado y financiado en función de una ya planeada causa judicial.

Para quienes no han tenido la fortuna de seguir este trend en los últimos años esto puede ser una noticia que aclara una ‘controversia’, pero para quienes conocen del tema (mucha información aquí, aquí y aquí) es algo que se esperaba pasara hace mucho, y su talla en cuanto a controversia para médicos y comunidad científica en general es equivalente a sugerir una entre heliocentrismo y geocentrismo. No existen científicos de renombre que apoyen todo el desastre que ha creado Wakefield. Sin embargo, no me quepa duda que algunos de uds, ‘más escépticos que los escépticos’, inflamados por teorías conspiranoicas cuyo sustento yace en sus muy personales (y por tanto sesgadas) visiones políticas creerán que todo se trata de intereses corporativos, de grandes empresas que lucran y quieren callar a este ‘prócer’ que nos cuenta la verdad. Espero haber entregado información suficiente para que quienes caigan en tales juicios no divulguen desinformación, miedo y enfermedad a su alrededor. Con la salud no se juega.

Wakefield’s article linking MMR vaccine and autism was fraudulent
How the case against the MMR vaccine was fixed
Piltdown medicine: The missing link between MMR and autism