El fin de semana recién pasado tuvimos el gusto de asistir y participar en el II Congreso de Pensamiento Ateo en Chile, que tuvo lugar el sábado 24 y el domingo 25 de agosto en el Centro Cultural Sótero del Río, siendo organizado por la Sociedad Atea de Chile.
Participaron exponentes de diversas áreas del pensamiento, nos enriquecieron con sus conocimientos y varios de ellos además, con su buen humor, sacaron carcajadas al público asistente. Uno de estos momentos simpáticos se produjo cuando uno de los participantes hizo una pregunta con un largo preámbulo desde el punto de vista de un poeta estudioso de esta forma de expresión y, luego de una pausa, el expositor se declaró (recurriendo a la humildad como una virtud que debe poseer un escéptico), no apto para responder la pregunta.
Pero también hubo algunos momentos de tensión. Curiosamente, no por temas de ateísmo y creencias en dioses, sino por un tema que, si bien es de carácter científico, está rodeado por desinformación y se mezcla usualmente con políticas económicas y mitos urbanos. Me refiero al tema de los alimentos transgénicos. Una de las asistentes se sentía amenazada por esta tecnología y descargó su impotencia con el expositor. Asimismo, una muchacha italiana quiso “defender” la posición política de por qué su país optó por no utilizar transgénicos (siendo que el enfoque del expositor era desde la ciencia y tecnología de los transgénicos).
Un ambiente muy grato se producía en los descansos, en los que la gente asistente se agrupaba espontáneamente a conversar, compartir e intercambiar sus ideas acompañados de unas ricas empanadas y “choripanes”.
El segundo día del congreso tuvo lugar la participación de miembros de la AECH. Uno de nuestros miembros, Ciberprofe, abrió con una pequeña introducción, un espacio para opiniones del público, respecto de cuál debería ser el rol de los ateos en la discusión laicismo-religión en nuestro país.
A continuación, otro de nuestros miembros, Nolberto Salinas, realizó una de las exposiciones en la que planteó algunos puntos de vista poco ortodoxos respecto de las sectas, las creencias y la conciencia.
Posteriormente, nuestro presidente, Crystian Sánchez acompañó en su presentación a uno de los expositores, quien trabaja en ayuda de personas que son o han sido víctimas de sectas en Latinoamérica.
Para cerrar el congreso, se realizó un foro panel en el que también participó Crystian Sánchez. Un acuerdo importante y esperanzador fue tomado en este foro, el de formar una federación de libres pensadores en Chile y Latinoamérica, con las instituciones participantes en este congreso. Esperamos que este proyecto se materialice y que este tipo de instancias para discutir, aprender, compartir y construir pensamiento, se sigan dando cada vez más seguido.
Felicitamos y agradecemos su dedicación a los organizadores de la fundación Sociedad Atea.