¿De verdad el humano desciende del mono?

por | 4 agosto, 2011

Por Raúl Vallejos Baier

Aunque esta es una pregunta muy común, la verdad es que la palabra «mono» no es un término científicamente valido, no tiene una «solidez taxonómica«, ya que puede abarcar a distintos animales según quien emite esa categoría.

Hagamos la suposición de que, al decir «mono», hacemos referencia al orden de los primates. De ser así, no es que descendamos de los monos, sino que ¡somos monos! Sé que suena increíble, así que revisemos la ubicación de nosotros (Homo sapiens) dentro de la clasificación científica:

  • Reino: Animalia (somos animales, primera cosa por recalcar)
  • Filo: Chordata (cuando somos embriones tenemos un cordón dorsal, que en nuestro caso dará origen a nuestra columna, al igual que perros, ballenas y aves)
  • Clase: Mammalia (somos mamíferos, al igual que osos y leones)
  • Orden: Primates (somos primates, al igual que gorilas y bonobos)
  • Familia: Hominidae (somos primates hominoideos, «monos sin cola», al igual que chimpancés y orangutanes [¿suena escalofriante no?])
  • Género: Homo (ahora podemos respirar tranquilos, los chimpancés no pertenecen a este género)
  • Especie: Homo sapiens (Usted querido/a lector/a, pertenece a esta especie, al igual que todos nosotros)


Por lo tanto, decir que el humano «desciende del mono» resulta engañoso, ya que da a pensar que descendemos de los monos actuales (chimpancés, gorilas, etc). Lo cual resulta absolutamente falso. Lo que en realidad ocurre, es que nosotros (los seres humanos) compartimos un «ancestro común» con los grandes simios. Eso significa que, en el caso de nosotros y los chimpancés, hubo un animal que vivió hace unos 6 millones de años, el cual dio origen a 2 ramas (estos «monos antiguos» divergieron). Una de las cuales nos originó a nosotros. Por lo tanto, los chimpancés, más que nuestros «abuelos», son nuestros «primos».

Los chimpancés son los animales con los que tenemos más en común en este planeta (el 98 o 99% de similitud genética).

Como pueden ver, la evolución no funciona como una «escalera», sino como un «árbol» en donde las puntas de las ramas son los animales modernos (a medida que recorremos el árbol hacia «arriba», el tiempo va transcurriendo y donde las ramas se dividen, se grafica la divergencia de especies). Esto se conoce como «árbol filogenético», una versión muy simplificada de esto para nuestro caso se muestra a continuación:


Por lo tanto, prácticamente sí descendemos de «los monos», pero no de los monos actuales, sino de monos que ya dejaron de existir, y que dieron paso a la diversidad de grandes simios de hoy en día. Por eso, cuando vayas a un zoológico a ver a un chimpancé, no lo mires en menos, ya que tenemos mucho más en común de lo que podríamos pensar.

Raúl Vallejos Baier

Sobre el autor
Licenciado en Ciencias, se especializa en genética del desarrollo y biología evolutiva. Trabaja como asistente de investigación en el Centro Interdisciplinario de Neurociencia Celular y Molecular de Valparaíso (CINV). Su línea de investigación actual es la identificación funcional de un gen relacionado al desarrollo post-embrionario de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster).