Guía del arte de hablar mucho y decir nada

por | 23 junio, 2011


Piano, mujer, derecho, caminata, semáforo, duende, proceso, camión, saltar, recesión.

Si lees la secuencia anterior en voz alta, estarás hablando. Y puedo armar una lista similar de cien páginas para que recites todas las palabras que se me ocurran y tendrás material para hablar por horas. En ese caso, hablarás mucho, pero no vas a decir nada, ya que ninguna idea concreta o sustancial podrá ser interpretada a partir de tanto palabrerío.

Pero no es necesario decir palabras completamente sin conexión para lograr ese efecto. De hecho, incluso podrás sonar inteligente, sabio y hasta científico si sabes unir bien tales palabras y encuentras un público dispuesto a comprarse tu discurso.

Tendrás críticos; claro que sí. Esos científicos cerrados de mente y esos escépticos sin vida siempre tratarán de rebatir tus argumentos, aplicando toda esa propaganda de la “razón”, pidiendo “evidencias” y criticando la falta de “método científico”en tus afirmaciones. Unos lateros…

Pero no es razón para desesperarse. Lo bueno es que no tienes que reinventar la rueda para que tu discurso se mantenga en el tiempo: sólo sigue lo que ya existe.

Método Místico

Si algún “hombre de ciencia” te refuta cualquier punto, la respuesta es más simple de lo que crees: dile que si no comprende lo que dices, es mejor que no critique y trate de entender primero de qué se trata. Trátalo de ignorante. Eso suele funcionar.

Es más, dales una cátedra de tus conocimientos “científicos”. Entremedio del palabrerío místico, agrega cuántico aquí y cuántico allá, menciona un par de energías positivas y negativas, algo de chakra, autoconocimiento, meditación y, desde luego, lo avalado que están tus argumentos según la medicina oriental. Menciona la palabra «milenario» entremedio y ya nadie podrá detenerte.

Lo importante aquí es confundir a este molesto ser negacionista y, en el proceso, dar cátedra de tus conocimientos y lo positivo que es tu mensaje. El público te verá a ti entregando un mensaje positivo, mientras tu oponente no entregará soluciones, sino que hechos. ¿Y quién quiere eso?

La logística del misticismo

Suena relativamente simple, ¿no? Pero no hay que confiarse y cuidarse respecto a algunos detalles. Por ejemplo, no es recomendable salir hablando de la noche a la mañana sobre tu mensaje. No vas a decir que sacaste tus conocimientos de internet.

Es más recomendable desaparecer por un tiempo y regresar luego de algunas semanas – preferiblemente un par de meses – diciendo que fuiste a las montañas del Tíbet, a las llanuras de Mongolia o a templos en India y hablaste con los más sabios de los sabios, quienes te revelaron secretos de la vida y la muerte. Pon de de tu cosecha también, ¡no seas flojo!

Como sea, lo importante es que el lugar que elijas sea místico, inrastreable y, de preferencia, oriental. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué tiene de bueno para ofrecernos la cultura occidental?

Pasea por el Caribe o por otros lugares más agradables mientras dices que vas a estos lados (no hay por qué realmente ir a estos pobres parajes), pero cuidado para no broncearte demasiado para no levantar sospechas. Cuando vuelvas, si puedes incluir algún tipo de ropa suelta, blanca y extravagante, aun mejor, aunque no es un requisito.

Tu actitud en público, eso sí, debe ser muy cauta y solemne. Actúa como que eres mejor que los demás, un poco más elevado e iluminado, aunque hay que tener cuidado para no exagerar, ya que también hay que empatizar con la gente para que no te vean como demasiado inalcanzable. Es así como se atraen “fieles” a las charlas y a comprar libros y productos diversos.

Trata de exponer una problemática de forma creativa. Quizás el chakra de la gente está desajustado o la fuerza ha perdido su equilibrio. No importa si es demasiado fantástico tampoco – siempre y cuando tengas excusas para la falta de evidencias – pero siempre es bueno equilibrar y tratar de no exagerar.

Hablar obviedades de forma interesante y compleja también ayuda. Disparar al aire comentarios de sentido común de una forma más complicada de lo que debería ser, agregando términos místicos entremedio dan la impresión de que estás diciendo algo nuevo, pero que todo el mundo ya lo sabe, pero cree que recién lo está aprendiendo. Es todo un arte…

Los pasos finales

Todo esto puede sonar simple, pero hay una parte en la que hay que trabajar. Tus dotes oratorios. No basta con que se te ocurra una corriente mística; tienes que saber exponerla de forma clara y confusa al mismo tiempo. Lo importante es ser convincente y sumamente positivo. Hay que proponer soluciones a los problemas de las personas. Tienen que saber que sus vidas serán mejores siguiendo tus enseñanzas.

Y eso no es simple. Confundir a la gente y lograr que se unan a tu “rebaño” es una tarea que requiere tiempo, práctica y mucho palabrerío. En esencia, hay que hablar mucho y decir poco o nada.

Deepak Chopra

El máximo exponente de esta práctica es mi querido Deepak Chopra. Olvídate de Elvis, ¡Deepak es el rey! A continuación, un par de ejemplos, para tu deleite:

“La muerte no es más que un salto cuántico de la creatividad del ser”.

Si alguien es capaz de decir algo así, tiene que ser Deepak Chopra. Si no crees en la veracidad de esta cita, mira esta maravillosa entrevista. Al parecer, Deepak no sólo sabe qué pasa después de la muerte, sino que lo sabe en términos científicos. Aparentemente, la muerte no implica pudrirse bajo tierra. Eso es muy simple. Lo que realmente sucede es que la creatividad de nuestro ser (interprétalo como te parezca) realiza un salto cuántico (?). Y este es el punto esencial en su retórica. Como yo sé cerca de nada sobre física cuántica, ¿cómo puedo responder? Argumento ganado por Deepak. Soy ignorante al respecto, al igual que él y el 99,999% de la humanidad (si es que alguien entiende algo sustantivo al respecto). La diferencia es que el resto de las personas no dicen entender una ciencia tan compleja.

“El bienestar incluye el aspecto físico, espiritual, económico, social, comunitario y medioambiental. Es una experiencia holística. No creo que podamos estar realmente bien si no está bien el organismo en su totalidad. Nos hemos de considerar parte del ecosistema y del medio ambiente. Si hay contaminación en la atmósfera, lo hay también en tu cuerpo porque se recicla en tus células. Hemos de cambiar nuestro enfoque respecto a nuestra comprensión de la salud. La salud es algo sagrado.”

Esto es algo un poquito más serio, porque aquí habla algo que tiene harto sentido… ¿verdad? Léelo de nuevo, con más cuidado y un poquito más de análisis y trata de decrifrar cuál es el verdadero mensaje. El bienestar es algo general, una mezcla de todos los aspectos de la vida. Eso todos lo sabemos. Al final, incluyó mucha palabrería para decir algo obvio. Ojo con su inclusión de algo de “conocimiento científico” entremedio hablando de contaminación y células, que terminan de validar su discurso. Avalarse por la ciencia y luego renegarla es un recurso que Deepak domina a la perfección.

Hablando en serio

odo este tema se presta para chistes, pero la verdad es que para mucha gente no es chistoso. Los personajes de este tipo logran seguidores con bastante facilidad y, aunque pareciera que no son particularmente dañinos, hay gente que pierde muchísimo dinero con este tipo de “gurúes”.

Estos personajes tienden a hablar de mentalidad abierta y de pensar fuera de lo establecido, pero arman una forma de pensar propia que nada tiene que ver con el pensamiento libre, sino que solamente es retórica que suena linda para vender libros. Lo que se puede extraer de este tipo de discurso es sólo patrañas seudocientíficas y cuestiones obvias que ya sabías de antemano.

Básicamente, es una pérdida de tiempo mayúscula y no vale la pena perder el tiempo con esto. Si quieres una verdadera cátedra de lo charlatán que resulta Deepak Chopra, te recomiendo este debate en contra de Michael Shermer y Sam Harris (me disculparán la falta de este material subtitulado).

Aquí se deja en evidencia la falta de argumentos racionales de parte de este personaje y su acompañante, quien es simplemente delirante y pareciera estar en una discusión paralela en otra dimensión. Una obra maestra que vale la pena darse el tiempo de ver…

Para finalizar, recomiendo este link, sólo por diversión…